APODERADOS RESPALDAN TEST DE DROGAS

Enviado por Publimetro el 13/02/2008 a las 19:45

Polémica ha causado la fu­tu­ra co­mer­cialización en farmacias y supermercados del país del mismo test que millones de padres han comprado en EEUU para averiguar si sus hijos son consumidores de drogas o no.
A los reparos expresados por sicólogos y el Gobierno (a través del Institu­to Nacional de la Juventud), respecto al resguar­do de los derechos de los adolescentes versus la in­va­sión de su privacidad, publicados en este medio en la edición del miércoles pasado, se contrapone la simpatía de los apoderados por este test.
Eduardo Catalán, pre­si­den­te de la Aso­ciación de Apo­de­ra­dos de la Región Me­tro­po­lita­na, dijo a Publi­metro que to­das las herramientas que ayuden a los padres a tener un mayor control sobre las conductas erráticas de los hijos son bienvenidas, especialmente en un tema tan delicado como es el abuso de sustancias ilícitas.
“Si la comunidad educati­va y el centro de padres de un colegio están en conocimien­to de esta política, estoy a fa­vor de aceptar que se aplique en los establecimientos. Pero, como digo, su uso debe ser producto de una de­ci­sión consen­sua­­da, no una im­­po­sición de la dirección”, co­men­­tó Cata­lán, quien aseguró que él mis­mo “in­du­da­ble­men­te” lo compraría y lo usaría en su casa.
De todos modos, precisó que los jóvenes que den positivo en el test, cuyo uso y efectividad es casi idéntico a uno de embarazo, no deberían ser sancionados por sus padres ni discriminados o apartados por sus colegios.
“Sería el peor error. Los resultados deben manejarse con discreción y el colegio no puede desentenderse: ni intentar sacar al alumno ni hacer como que nada pasa”, precisó el re­pre­sentante de apoderados.En tanto, el presidente de la Corporación Nacional de Cole­gios Particulares, Rodri­go Bosch, declinó referirse al tema.
Labor del Estado
La Asociación de Apoderados de la capital exigió, por su parte, que el Gobiero asuma un rol más activo en la prevención a nivel estudiantil, pues “se invierte mucho en publicidad y folletería, pero el trabajo directo con los jóvenes es más bien escaso”.
Por Arturo Figueroa